Deja de quejarte por todo, y comienza a ver la vida que fluye a tu alrededor

Esto es lo que pasa cuando te quejas por todo, aprende a cambiar ese mal hábito, por ti y los que te rodean.

Adriana Acosta Bujan

Todas las mañanas al despertar, lo primero que viene a mi mente es que tendré un excelente día, que nada ni nadie lo va a arruinar; por lo regular al salir de casa mantengo una sonrisa de oreja a oreja, saludando a todas las personas que cruzan por mi camino, puesto que la idea es mantenerme con pensamientos positivos para sentirme bien.

Sin embargo, al transcurrir unos cuantos minutos, alguna situación distrae mi mente dejando a un lado mis pensamientos positivos; es ahí el momento que empiezo a quejarme sin darme cuenta. “¿Por qué rayos no pasa el camión?, voy a llegar tarde”, “el calor es insoportable”, “por qué me pasa todo a mí”, “deberían pagarme más por mi trabajo”.

Todos en algún punto de la vida nos hemos quejado de algo que nos molesta, ya que existen situaciones que creemos injustas o que no estamos de acuerdo. Es tan fácil quejarse una y otra vez, que lo hacemos en automático sin poner atención; y lo peor es que no medimos las consecuencias de lo que nos pueden provocar mantener esos pensamientos negativos en nuestra salud.

El hábito de quejarse afecta tu salud

Varias investigaciones afirman, que la frecuencia e intensidad emocional con la que nos quejamos dependerá que nuestro cerebro sufra. Esto es porque durante la condición de frustración, el cerebro libera hormonas como noradrenalina, cortisol y adrenalina que terminan por afectar el funcionamiento de este órgano.

Pero eso no es todo, quejarte interfiere con el aprendizaje, memoria, altera el sueño y descanso, debilita el sistema inmune, aumenta la ganancia de peso y la presión arterial provocando tener mayor posibilidad de sufrir enfermedades del corazón, además afecta las relaciones sociales.

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 Nos quejamos de todo

Existen muchos factores que provocan quejarnos; ya sea que lo hemos aprendido en la infancia y seguimos ese modelo, por hábito (como parte de nuestra personalidad), por tener un tema de que hablar, por la falta de empatía, por ser pesimistas, perfeccionistas y exigentes; incluso porque nos contagiamos de otros que se quejan constantemente.

Por lo común las quejas se dan en forma de discurso interno, donde nos decimos a nosotros mismos lo inconformes o disgustados que nos sentimos con algo, dando paso a contar a otros lo que nos parece ser algo molesto, para aliviar un dolor o sufrimiento con la intención de criticar a alguien.

No todas las quejas son malas, algunas son justificadas, ya que nos ayudan a recibir atención y apoyo cuando lo necesitamos, permitiéndonos detectar lo que no está bien para encontrar soluciones. Tal vez, puedes quejar por la pérdida de un ser querido, por una enfermedad grave o porque te quedaste sin empleo.

Sin embargo, cuando las quejas están llenas de carga negativa, nos alejarán de la búsqueda de soluciones, causando estrés y haciendo que las personas que nos rodean se alejen de nosotros. ¡Piénsalo, a nadie le gusta estar con una persona quejumbrosa!

Por ello, aquí hay cinco maneras en que puedes frenar tu hábito de quejarte:

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1 Ser consciente

Algunas veces nos quejamos sin saber que lo estamos haciendo. Tal vez, no podemos borrar un pensamiento negativo fácilmente, pero cuando estemos consciente de que nos estamos quejando demasiado sería conveniente detenernos y luego buscar un pensamiento mejor.

Se trata de buscar un propósito; pregúntate ¿Para qué quieres compartir tus problemas?, ¿Por qué estas molesta?, tal vez sea porque tu propósito es buscar soluciones o empatizar con alguien y así poderte desahogar y calmar tus emociones.

2 Piensa otras cosas

Una vez que estés consciente de que te estas quejando, tienes que aprender a dirigir tu atención a otro tipo de cosas que distraigan tu mente, haciendo declaraciones positivas. Por ejemplo: si te quejas de que tus hijos dejan tirado los juguetes, enfócate a pensar que en una hora comenzará tu clase de zumba, o que te quieres tomar un delicioso café.

3 De las cosas malas se aprende

Tal vez, te quejes porque perdiste el empleo, o porque hace mucho calor, o porque tu marido no ayuda con el quehacer, o porque tu vida es una rutina interminable. Pero créeme, aunque tus disgustos o molestias te lleven a quejarte constantemente, siempre existirán cosas buenas que aprender de las malas situaciones de la vida.

Además, buscar el lado bueno de una situación molesta te ayudará a relajar tu cerebro, brindándote más tranquilidad e influyendo en tu estado de ánimo. Por ejemplo: estás molesta porque tienes que ir a cenar todos los fines de semana con tu suegra, aprende que lo bueno de esa situación es que los lazos familiares se fortalecerán y que no tendrás que cocinar.

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4 Toma el timón

Recuerda que estar con alguien quejumbroso también es contagioso, ya que terminarás criticando igual que la persona que comenzó la plática.  Por ello, si te encuentras atrapada escuchando quejas constantemente, puedes tomar el control de la conversación y redirigirla hacia el lado positivo de las cosas.

Por ejemplo, si una persona se queja de todo, cambia esa plática por algo más interesante, puede ser que quieras compartir tus opiniones sobre una película, una serie o sobre algo que te llame la atención.

5 Soluciones a tu alcance

Suele pasar que nos quejamos de algo frecuentemente haciéndonos pasar por víctimas, sin darnos cuenta que tal vez está a nuestro alcance encontrar la solución a ese problema que tanto nos molesta. ¿Por qué te quejas tanto del tráfico de las mañanas?, mejor levántate un poco más temprano y así lo evitarás.

En conclusión, quejarse no solo nos aleja de las personas que nos rodean, sino que afecta nuestra salud. Por ello, debemos trabajar en modificar ese mal hábito y aprender a buscar el lado positivo de cada situación, así como encontrar soluciones a nuestras molestias.  ¡Deja de quejarte, la vida es hermosa!

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.