¿Desmotivado? Volverás a esforzarte con uno de estos métodos
"Las personas fuertes crean sus acontecimientos; las débiles sufren lo que les impone el destino”. Alfred Victor de Vigny
Erika Patricia Otero
De la misma manera que no nos sentimos felices o tristes todos los días, también hay largos periodos de tiempo donde no hallamos sentido a nada. Sentirse desmotivado es una situación normal a lo largo de la vida.
Sin embargo, no porque ocasionalmente nos sintamos desmotivados, debemos dejar de esforzarnos por encontrar una razón para salir adelante. Podemos permitirnos un día o dos de esa sensación de desgano, pero no abandonarnos a esta.
Causas de la desmotivación
Esa sensación de desmotivación viene y el agotamiento sin sentido puede deberse en ocasiones por astenia. La astenia se trata de agotamiento crónico ocasionado por una enfermedad. Para que esto sea diagnosticado lo recomendado es ir a un médico, porque tratando la enfermedad, el agotamiento crónico desaparece.
Ahora bien, la desmotivación tiene también orígenes psicológicos. Por ejemplo, tratar de alcanzar una meta y ver que no se obtienen resultados puede ser muy desmotivante. La depresión también puede ser causante de desmotivación.
Los cambios de clima también pueden influir en el humor de las personas. Esto hace que unos días sean más “oscuros” que otros y se tenga esa sensación de tristeza que no te permite actuar.
Suponiendo que la raíz de la desmotivación sea psicológica, hay varios métodos que ayudan a sentirse motivado nuevamente. Son los siguientes:
1 Lista de objetivos
Esto suena bastante básico, pero es efectivo. Es cuestión de que examines las metas que siempre has deseado alcanzar. Luego, has una lista de las metas que crees que puedes alcanzar a más corto plazo; después, una de las que crees están un poco más lejanas en el tiempo.
Puedes incluso desglosar esas metas en objetivos a corto, mediano y largo plazo. En el camino puedes añadir metas y o quitar las que ya no te interesa conseguir. Es como trazar un plan de acción que te llevará a conseguir un fin.
Al hacer un listado de metas lo que haces es ubicarlas en tiempo y espacio. Si también puedes colocarles tiempo de realización y adecuarlo según sea el caso. El punto es aterrizarlas para que tengas la sensación de que escritas en un papel, lograrlas es mucho más tangible.
Es tu vida, así que tú tienes el control sobre esta.
2 Pon a prueba el efecto Pigmalión
Hay algo que se llama Efecto Pigmalión. Se trata este es la gran influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra. Por ejemplo; supón que de niño siempre te decían que eras guapo e inteligente. Tú creciste con esta creencia en ti, por consecuencia actúas como un hombre guapo e inteligente. Funciona también en el aspecto negativo.
Acá lo que importa es que te convenzas de que eres capaz de lograr lo que sea que te propongas en la vida.
Es como autoengañarte. Actúa como si tuvieras deseos de bajar de peso, por ejemplo. Cuida tu dieta, sal a caminar y has ejercicio aunque no quieras. Piensa positivo. Es como si te forzaras a hacer las cosas. Poco a poco te saldrá al natural y ya no te tendrás que obligar a hacer nada.
3 Concéntrate solo en una actividad
El desgano por hacer algo proviene de la presión del exterior por rendir y dar resultados. Es natural que si piensas que solo llevas 10 tareas de 50, sientas pereza.
La recomendación es que solo te concentres en la tarea que estás haciendo. No por angustiarte por lo que no has hecho vas a trabajar más rápido, todo lo contrario.
Atiende a lo que tienes delante y da lo mejor de ti en ese mismo momento. Te darás cuenta que los resultados son mejores de lo que esperabas sin preocuparte por lo que no has hecho.
4 Busca pasar buenos momentos
Usar como arma para sentirte motivado lo que te hace feliz es una buena técnica para hacerle frente a los momentos grises.
Si te gustan las películas de humor, salir a caminar, ejercitarte, hazlo. Lo que hacen las actividades que generan sensación de bienestar es liberar endorfinas.
Estas, al ser liberadas te ayudan a sentirte relajado y positivo; desde luego, al sentirte bien, la perspectiva que tienes de la vida va a cambiar.
5 Cambia tu rutina
A todos nos cansa que los días sean una secuencia interminable de cosas por hacer. Eso de levantarse, bañarse desayunar e ir a trabajar puede ser agotador. Tal vez no puedas hacer cambios radicales, pero sí pequeñas alteraciones. Tal vez si un día en lugar de desayunar en casa, desayunas en otro lugar, puede haber un cambio. Quizás si en lugar de ir en tu auto, vas en bicicleta al trabajo, la vida puede darte una sorpresa.
La monotonía hace que de a poco nuestros sueños decaigan. Hace que la mente entre en modo automático y vivamos por vivir y no porque haya algo que nos impulse a hacerlo.
Cuando te das cuenta que el control de lo que te ocurre está en tus manos, comienzas a involucrarte en la creación de tu propio destino. Puede ser que las cosas no siempre salgan como esperas, pero habrás ganado en experiencia y sabiduría.
Erika Patricia Otero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
