El cerebro del hombre también cambia cuando se convierte en papá

Un hombre también se transforma en padre, conoce más detalles sobre este rotundo cambio sobre el que no toda la sociedad habla.

Emma E. Sánchez

Hablar de embarazo y el nacimiento del bebé es hablar siempre de la mamá, y no sería para menos, pues en ella todos los cambios son evidentes. Sin embargo, conforme la ciencia avanza, descubrimos que el padre también sufre de varios cambios fisiológicos, inclusive tan fuertes como lo vive la madre.

Los cambios más fuertes en el hombre son principalmente en su cerebro y están profundamente relacionados con el desarrollo psicológico que su hijo tendrá en el futuro.

Se dice que en cuanto la mujer se sabe embarazada, inicia su transformación en madre; mientras que el hombre comenzará a convertirse en padre recién cuando tenga a su hijo en sus brazos. Hay algo de cierto en esto: la mujer cambia y se transforma en un abrir y cerrar de ojos, mientras que el cambio en el hombre es más lento pero tan profundo como el de la mujer.

El hombre necesita relacionarse mucho con su bebé para que estos cambios sean interiorizados y a largo plazo.

Cambios hormonales

Los cambios en el hombre comienzan al reconocerse como padre, y comienza producir menos testosterona, la hormona que los hace masculinos, fuertes y varoniles. Entonces comienza a descender, y con ello la sensibilidad y empatía pueden surgir de manera más fácil, lo que ayuda al padre a involucrarse de una forma más cercana con la crianza de su hijo.

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Cuando la testosterona baja, la oxitocina y la dopamina pueden hacer su trabajo y generar el apego entre padre e hijo.

La maravillosa oxitocina

Cada vez que el papá juega, arrulla, da de comer o mira a su hijo en sus brazos, él experimenta una especie de “juegos artificiales” en su mente a causa de la oxitocina. Entonces el padre siente mucho amor y placer por estar con su hijo y lo mismo pasa con el bebé, haciendo que entre ambos surja un gran apego. Esta manera amorosa de crianza y atención siempre  tendrá gran influencia en el funcionamiento cerebral y psicológico el resto de su vida. No prives a tu hijo de este regalo que solo su padre le puede dar,

Los padres también pueden sufrir depresión postparto

Estas alteraciones hormonales que el hombre tiene al disminuir su producción regular de testosterona y un aumento en la producción de oxitocina y dopamina, puede hacerle pasar una depresión post parto  masculina.

La testosterona hace que un hombre pueda tener un estado de ánimo constante, de pensar con claridad y de tener una mayor estabilidad emocional, entonces al perder esto y aumentar la parte sensitiva, no es extraño que los papás también se vuelvan más emotivos o inestables y que los factores eternos les impacten con más que antes.

Es muy importante que la pareja mantenga sana su comunicación, que tengan tiempo solos para re organizarse como una familia, descansar y disfrutarse todos juntos.

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Es muy bueno saber que cada vez más gobiernos favorecen los permisos por paternidad para que los trabajadores puedan pasar tiempo con sus familias y favorecer esos apegos tan importantes.

Los padres deben esforzarse por estar tranquilos, aceptar los nuevos cambios y buscar su bienestar emocional para que el bebé o los hijos puedan estar bien y no sufrir esta nueva vida.

Por cierto, ¿sabías que los hombres que se involucran de lleno en la crianza de sus hijos tienen menos posibilidades de padecer depresión? Esta es una razón más para que papá disfrute a sus hijos.

El cerebro se transforma

Desde hace muchos años se sabía que el cerebro de la mujer se vuelve más denso o que se desarrolla más en algunas áreas una vez que es madre, y ahora sabemos que lo mismo pasa con el cerebro del hombre.

Las Universidades de Denver y Yale realizaron varios estudios en hombres que habían sido padres y descubrieron por primera vez que la estructura del cerebro masculino se transforma, y hacia la semana 16 posterior al nacimiento del bebé aparece un aumento en el volumen de materia gris en las mismas regiones que las madres, y que por cierto, son las áreas que se encargan de la toma de decisiones, los procesos emocionales y el apego, todas necesarias para llegar a ser buenos padres.

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La salud mental y psicológica del padre

La Universidad Estatal de California realizó una investigación donde se descubrió que aquellos padres que se involucraron activamente en la crianza de sus hijos durante el primer año de vida tienen una mejor salud mental.

Ellos se sienten muy competentes como padres, están satisfechos con sus roles de padre y esposo y como resultado, son más productivos laboralmente, están contentos con su vida y por lo tanto tienen menos síntomas depresivos.

La paternidad como la maternidad es una gran oportunidad para sanar nuestro niño interior. Si tú o tu esposo sufrieron de alguna manera, este es el gran tiempo para visitar a un terapeuta o psicólogo y sanar esas heridas, créelo, tus hijos te lo agradecerán.

Algunas recomendaciones finales

Cuando nace un bebé, el padre no “ayuda” sino que asume su paternidad, por lo tanto, no lo limites y por piedad ¡no acapares al bebé! Él es su papá y tú lo elegiste para este momento.

La mamá no sabe más que el padre ni tiene más instinto que él, al nacer el bebé ambos padres están en igual posición para desarrollar sus habilidades parentales, lo que pasa es que muchas madres simplemente acaparan la crianza y limitan a los varones porque “ellos no saben”.

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No cometas este error, de hacerlo, tu hijo será quien padezca más las consecuencias

Cualquier niño necesita un padre y una madre, precisa de sus amores únicos y diferentes, necesita la rudeza y la ternura de uno y otro, independientemente si es niño o niña, cualquier niño es grandemente nutrido con la riqueza de cada uno.

Hace un tiempo, en una comida con amigos y conocidos, la nueva mamá avisó a su esposo que el bebé requería un cambio de pañal, él se levantó presto de la mesa y corrió a buscar el pañal en la bolsa a su lado, entonces su suegra le dijo a su hija: “Él no debe cambiarle el pañal a la niña ¡es un hombre!” La nueva mamá, apenada y con cierto enojo, le arrebató el pañal al padre que ya iba por la bebé, se quedó confundido y sin saber qué hacer viendo cómo ella se iba al baño a cambiar a la pequeña.

¿Qué te puedo decir de esto?  

Que jamás prives a un padre de amar y disfrutar a sus hijos y jamás le hagas eso a tus hijos, por el contrario ¡trabajen juntos! ¡aprendan juntos! Pongan sus reglas ¡juntos! 

Mi amiga, este es el secreto de un matrimonio largo y feliz, de una familia unida y feliz, y de un hombre y una mujer disfrutando su vida.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.