El doloroso distanciamiento entre padres e hijos y las razones para volver a acercarse

A veces lo único que nos queda para amar de verdad, es saber perdonar de verdad.

Erika Patricia Otero

Todo hijo alguna vez se enojó con uno de sus progenitores. No es tan grave si consideramos que somos seres humanos con formas de ser y pensamientos diferentes. Sin embargo, hay relaciones entre progenitores e hijos que por un largo historial de eventos desafortunados, dejaron de ser cercanos y llevan mucho tiempo sin hablarse.

Pueden, los que eligen distanciarse, tener razones válidas para tomar esa decisión; pese a eso, siempre seria mejor tratar de solucionar esos problemas que les distancian. Claro, llegar a ello requiere no solo de humildad, también de una buena voluntad para hacerlo.

Por qué los hijos se alejan de sus padres

Cuando un hijo decide poner distancia entre él y sus padres lo hace por varias razones y no una en particular; según lo que señalan los expertos los hijos se distancian por:

-Malos tratos

-Padres tóxicos y autoritarios

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-Abandono por parte de los padres hacia los hijos

-Problemas conyugales de los progenitores

-Claras preferencias entre hermanos

-Fuertes diferencias de personalidad

-Problemas mentales y emocionales

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Pero es que no se limita a una mala relación padre e hijo. Según conocedores, la situación implica tanto a la sociedad y la cultura de cada familia así como la forma de ser de los integrantes de una familia y las diferentes situaciones que cada familia vive.

Por ejemplo, hay países donde no es común que los hijos vivan con sus padres hasta más allá de la mayoría de edad, y otros más donde ocurre lo contrario. En Estados Unidos es normal que los hijos busquen su independencia tan pronto como ingresan a la universidad o cuando comienzan a trabajar.

En cambio, en América Latina es común que en muchos países, los hijos (ya con familia conformada) compartan hogar con sus padres; no pasa en todas partes pero es habitual que suceda.

Ahora bien, un hijo que no se entienda mucho con sus padres y decida poner distancia, puede tomar la decisión influenciado no solo por el contexto general, sino también por las fuertes diferencias de personalidad y su patrón de valores y principios.

Pueda que en muchos de los puntos señalado antes haya una razón de peso para validar ese distanciamiento. Pero la verdad es que ninguna persona merece llevar una vida cargada de rencores y odios, que a la larga puede terminar en arrepentimientos.

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Perdonar requiere de humildad

Todos conocemos la historia de un hijo que no soporta a su padre, o bien de un padre que se alejó de su hijo por algo que este hizo. La verdad es que cuando escucho alguna, comprendo el dolor de cada parte, porque en algún momento he estado en ese lugar; yo sé lo que se siente.

Hace muchos años tuve un problema muy grave con mi papá por un asunto que ni siquiera me competía a mí. El problema es que no puedo soportar las injusticias y ante una acusación injusta fui en defensa del ofendido.

Salí muy mal parada de esa situación y decidí irme de casa. Caí en una fuerte depresión que casi acaba conmigo. Luego de un tiempo regresé a mi casa y cada vez que mi padre venía, yo procuraba esconderme. Yo no quería verlo, pero además estaba lastimada por cómo me había tratado sin merecerlo.

Las cosas cambiaron

Así pasaron unos meses hasta que comencé a trabajar. Por razones que aún desconozco, mi papá se enteró de mi lugar de trabajo; así que eventualmente él pasaba por allí sin que yo me enterara, eso me lo contó mi madre.

Estando en ese lugar, me robaron mi bolso con dinero y documentos. Las cosas ya estaban un poco mejor con mi padre, pero igual no nos hablábamos. Sin embargo, ese robo fue el precursor para retomar la relación con él ya que me vi forzada a pedirle ayuda.

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No voy a decir que las cosas funcionaron bien desde que comenzamos a hablarnos. La verdad es que pasaron muchos años hasta que pudimos mirarnos sin rabia ni rencor; pero hoy por hoy no solo entiendo su proceder, él cambió al igual que yo, nos hicimos mejores personas, más humildes, más comprensivas, más amables.

Así que si me preguntas sobre problemas entre padres e hijos, te puedo decir que siempre puedes volver a tener una buena relación con tu padre o madre; siempre que quieras lo lograrás.

¿Cómo proceder en caso de desear hacer las pases con los padres o los hijos?

No dejes que el orgullo te gane. Puedes haber sido el agredido, la víctima en toda la situación; pero piensa ¿qué tiene de benéfico cargar con el peso de una mala relación familiar ?, nada en lo absoluto.

El llevar a cuestas una serie de rencores no solo te distancia del progenitor con el que has tenido problemas, te aleja de toda tu familia. Si hay reuniones familiares te vas a negar a ir a la celebración porque tu papá o tu mamá están invitados.

Te invito a que te puedas llenar de humildad y pidas perdón aunque no hayas sido el ofensor, y deja en las manos del otro la decisión de perdonarte.

En caso de ser el padre que desea reconciliarse con su hijo, procede de igual manera. Trata de ponerte en contacto con él, y sin muchas explicaciones dile que sientes mucho haberlo lastimado. Explica las razones de tu proceder pero no te justifiques.

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En mi caso, comprendí que mi padre en su infancia había sufrido mucho y eso lo hizo la persona que fue. Yo solo sé que si en algún momento llego a perder a mi padre (por esas cosas de que lo único garantizado es la muerte) quedaré tranquila porque pedí perdón, porque encontré el padre que siempre quise tener y porque logré entenderlo mejor de lo que él se entiende a si mismo.

La invitación a perdonar, pedir perdón y reconstruir relaciones con tus seres amados queda abierta; aprovecha ahora, porque puede no haber tiempo y puedes llegar a arrepentirte del tiempo perdido.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.