El orden en tu hogar es el reflejo del orden en tu vida
La psicología afirma que el placard es el reflejo de nuestra salud mental y del orden (o caos) que hay en nuestra vida ¿Qué tan ordenado está tu hogar?
Danitza Covarrubias
El orden es fundamental. Nos ayuda a encontrar lo que necesitamos. Nos ubica en el lugar que estamos; esto sucede si las cosas están en el lugar correcto. Y esto no solo en lo material, sino también en las relaciones, en los símbolos.
Tal vez es por eso es que tuvo tanto éxito el libro y los videos de Marie Kondo. Esta autora y empresaria japonesa enseña a poner orden en el hogar así como en los espacios que habitamos en la vida cotidiana.
Decir que sólo enseña esto es simplificar lo que muestra en su método. Ella une lo simbólico con lo material; pone orden, no sin antes darle un significado. Contacta emocionalmente con cada espacio, con cada lugar, objeto. Pone intención, y se relaciona desde ahí. Este es el hilo importante.
El orden en lo material
Un espacio para cada cosa, y casa cosa en su lugar. Tener lo básico y lo elemental. Poder tener una visualización de lo existente, y poder tener un sentido de tenerlo. Los muebles, las prendas de vestir, los accesorios, la cocina, los papeles de oficina ¿Para qué está hecho?, ¿lo necesito?, ¿se utiliza realmente? ¿qué lugar le corresponde?, ¿lo veo? Son algunas preguntas para poder saber si mantener algo, y dónde acomodarlo.
El orden en las relaciones humanas
Cuando hablamos de orden en las relaciones humanas, pensamos en las reglas que hay que cumplir para mantener la paz. A veces también se piensa si es o no útil la relación. Y a veces, cuando la respuesta es negativa se decide desechar la relación simplemente.
Sin embargo, en las relaciones es un poco igual y un poco diferente el orden que con los objetos materiales.
Por una parte, en las relaciones no hay elección, puesto que hay relaciones que simplemente existen, y que no hay manera de elegirlas. Y aunque dejemos de ver a las personas y de convivir con ellas, el vínculo sigue ahí igual.
¿Cuál es el orden a cuidar en esas relaciones?, ¿cuáles son las preguntas a realizarnos en este aspecto?
Algunas pueden ser: ¿cuál es el vínculo que existe?, ¿qué lugar le corresponde? ,¿lo veo? ¿le doy ese lugar? Como acomodamos a nuestra familia tiene que ver mucho con el cómo nos relacionamos con ella, con cada miembro.
Un ejemplo de esto son nuestros padres
Hay teorías que sugieren que elegimos a nuestros padres antes de nacer, ya sea de forma espiritual o energéticamente. En la realidad, nos relacionamos con ellos como algo que nos sucedió; y existen nos gusten o no.
El vínculo existe, puesto que es por ellos y a través de ellos que nos llegó la vida. Lo mismo con abuelos, puesto que ellos son un eslabón más de esa línea infinita que nos conecta con el origen. A los hermanos tampoco los elegimos, están ahí, y no podemos elegirlos. Igual los hijos llegan, así, con esa mágica, divina, misteriosa manera que llega la vida.
Qué lugar tiene cada uno en tu vida, en tu corazón, cómo les ves tiene que ver con cómo es tu relación con ellos. Incluso, a quién ves a través de ellos.
El clásico ejemplo es cuando ves en tu hijo, a tu pareja, y todo lo que te desagrada de tu pareja, terminas protestando acerca de la conducta de tu hijo. En realidad, no se está viendo al hijo. Y cuando se discute con él, muchas veces no se están relacionando como madre e hijo, o como una madre que forma, educa y pone consecuencias, sino como una díada que se confronta y se enfrenta.
En la relación de pareja
Uno los aspectos de diferencia entre mujeres y hombres es el contenido simbólico y concreto que ambos manejan. Es por este motivo que en general tienen prácticas diferentes que chocan entre sí.
La manera de poner orden responde a necesidades diferentes de cada uno. Mientras las mujeres tienen mayor mundo interno, los hombres son más prácticos, pues necesitan traducir todo a la realidad.
Tal vez esto responde a un desarrollo evolutivo cerebral que tiene que ver con las prácticas históricas que como género ha desarrollado cada uno. Como quiera que sea, ambos necesitan un territorio común donde puedan unir lo simbólico y lo real. Ese territorio puede ser el orden.
Por ejemplo, a un hijo en el parque, una mamá quiere abrazarlo y cobijarlo para que simbólicamente se sienta amado, contenido, cuidado. Al mismo tiempo el papá desea que resista la adversidad, para que, en lo cotidiano, lo práctico de la vida, pueda hacerlo en otras situaciones.
Ambos ponen intereses distintos en la formación de su hijo. Sin embargo, ambos padres tienen la misma jerarquía. Ambos necesitan tener un lugar, y sumar para poder estar en armonía hacia el hijo.
El orden en todo
A veces este mismo desorden en las relaciones son las que generan, como un reflejo, un desorden alrededor en lo material. Revisar el orden en tus interacciones se refleja también en lo material cuando logras acomodar tu realidad en el orden correcto.
Revisa tus objetos, tu clóset, tus cajones, tu casa. Revisa tus relaciones interpersonales, tus emociones, bien por dentro. Ordenar uno impactará en el otro. No importa con cuál empieces. Ordenar todo te dará armonía en tu vida.
Danitza Covarrubias
Danitza es originaria de Guadalajara, Jalisco, en México. Licenciada en psicología y maestra en desarrollo transgeneracional sistémico, con certificación en psicología positiva, así como estudios en desarrollo humano, transpersonal y relacional. Psicoterapeuta, docente, escritora y madre de 3. Firme creyente que esta profesión es un estilo de vida.
