Si deseas sanar tus heridas, escribe un cuento, yo te digo cómo hacerlo

Aquellas heridas de tu pasado hoy se pueden sanar. ¿Me permites acompañarte a hacerlo?

Emma E. Sánchez

Hace muchos años escuché esta frase: “Si conociéramos la historia de cada persona, seguramente las amaríamos”, y conforme pasa el tiempo, más lo confirmo.

Cada uno de nosotros posee una historia que explica de dónde venimos, quienes somos y porqué somos lo que somos. Los relatos le dan sentido a nuestra experiencia y a nuestra vida.

Esa historia de nuestra vida está formada de muchos pasajes, experiencias vividas, situaciones  y momentos privados o hasta secretos que nadie más conoce, pero que para nosotros marcaron nuestras vidas porque nos hirieron o inclusive, porque a la fecha siguen causándonos dolor y no hemos logrado superarlos.

Nuestra historia secreta

Muchas personas pueden haber vivido en algún momento de sus vidas alguna situación que se salió de sus manos o que simplemente no estaba en su poder el controlarla; ya sea porque eran muy pequeños o porque simplemente no pudieron hacerlo. Sin embargo, al paso de los años se han dado cuenta que esas “situaciones” hoy son heridas de infancia que han pagado un precio muy alto en la vida adulta.

Tú eres el escritor de tu historia

Cuando una persona se da cuenta que hay algo en su pasado que le está impidiendo disfrutar la vida o simplemente ser feliz, tiene la gran oportunidad de hacer algo importante por sí mismo.

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No hay ninguna otra persona que sepa tanto de tú vida como tú mismo y por lo tanto, nadie tiene el poder de transformarla como solo tú mismo.

Tomar el control de nuestra propia vida

Una de las mejores maneras de tomar conciencia de lo que ocurrió y lo que es nuestra vida es escribirla.

La escritura es una manera de vivir catarsis muy profundas y de hacerlo con mucha honestidad, el proceso se vuelve liberador de aquellas ataduras que durante tanto tiempo hicieron daño.

La terapia narrativa

Así se le ha definido a este tipo de terapia, donde la propia persona, acompañada por un terapeuta, escribe su historia haciendo un análisis reflexivo del episodio o etapa de vida que se haya decidido abordar.

El terapeuta ayuda a la persona a ver las cosas desde una perspectiva libre de prejuicios, críticas, culpa o ideas falsas

Hacer esto ayuda a la persona a “cerrar capítulos”, despedirse de quien no se pudo hacerlo, perdonar, buscar el perdón y recibirlo y finalmente darle sentido a lo que  nunca pareció tenerlo.

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¿Lo intentamos?

Ahora te daré una serie de pequeños pasos, muy sencillos y breves, que tú deberás ir desarrollando cuando termines de leer este artículo. Te va tomar un poco de tiempo, no se puede hacer todo en un solo día. El ejercicio te puede tomar un mes más o menos si lo haces a conciencia.

Podrás pensar que en una o dos tardes, si se las dedicas podrás acabarlo todo, pero no es el caso. El ejercicio requiere que dejes “fermentando” algunas ideas y recuerdos durante algunos días para que se dé la reflexión profunda. Entonces, no hay prisa, es con calma, a tu ritmo y a tu tiempo.

La única regla es, terminar el ejercicio.

¿Te gusta la idea?

Entonces ¡vamos a comenzar! Haz los pasos en orden, no te adelantes ni te los saltes.

Las tareas y los trabajos

Primera tarea:  Busca un cuaderno, hojas de papel, plumas que te gusten. Puede ser algo que ya tiene por ahí o puedes ir y comprar un cuaderno muy bonito que te guste y con el que te sientas muy cómoda.

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Segundo paso:  El lugar, el día y la hora. Define un lugar tranquilo y privado donde puedas estar cómoda. Puede ser tu cama, un escritorio, el comedor, tu oficina, una banca en un parque cercano.  Piensa en un lugar en el que puedas estar durante algunas horas y escribir con calma.

Tercer paso: ¿Dónde quieres comenzar?  Es tu libro, es tu historia así que podemos iniciar dónde tú quieras.  Si no te es sencillo comenzar, puedo hacerte algunas preguntas que pueden motivarte a iniciar dando respuesta a estas preguntas:

Voy a suponer que te llamas Mary,  ¿de acuerdo? Entonces yo te diría:

Podrías decirme por favor, ¿Quién es Mary?

¿Cuál es el dolor más grande en la vida de Mary?

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¿Qué es lo que más recuerdas con felicidad de tu infancia?

Y comenzamos a escribir

Según te hayas organizado, tendrás una hora exclusiva para ti, puedes escribir más tiempo, pero nunca menos de lo que te hayas propuesto.

Este ejercicio se puede hacer una o dos veces por semana. Una ves que inicias, las palabras comenzarán a brotar, no te detengas en revisar la ortografía o la forma, solo escribe y no te detengas.

Podrás releer lo que escribiste, tachar y corregir, pero el tiempo no deberás dedicarlo a eso, sino a escribir.

Esto se hace durante dos semanas, lo que quiere decir que podrías tener mínimo 4 sesiones de escritura únicamente con un poco de corrección.

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Semana 3: de la lectura en voz alta

Estas semanas tus dos sesiones de trabajo consistirán en leer tus escritos en voz alta y corregir aquello que no te gusta, o escribir con más detalles algunas cosas.

En esta semana buscaremos reconocer aquellas cosas que esa historia tú hiciste bien o muy bien, aquello que tú lograste. No importa si fue algo pequeñito, lo importante es que para ti sea un logro, un acierto, algo que hiciste muy bien.

Luego va la lista de aquello donde te equivocaste, donde lastimaste, donde te lastimaron Trata de hacer tu lista con detalle.

Cuando las lágrimas aparecen

Deja que esas lágrimas surjan, déjalas correr, no importa si ya lo habías llorado, y con mucha más razón si no lo habías hecho.

Semana 4: vamos a escribir un cuento

Una vez que has vaciado toda la historia, has reconocido lo que estuvo bien y lo que falló, ahora vamos a buscar el ¿para qué? ¿Para qué sirvió eso que tú viviste, quién eras antes de del incidente y quien fuiste después?

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Ahora viene la tarea más linda de todas: ¿Cómo le contarías esta historia a Mary cuando era una niña? 

Vamos a reescribir esta historia en un hermoso cuento que cualquier niño pueda escucharlo y quedarse tranquilo o hacer preguntas.

Esta es nuestra historia de cierre.  Si no quieres escribirla, te pido la grabes en tu celular y la escuches, y vuelvas a grabar hasta tener el cuento más claro y hermoso para esa hermosa niña que recién inicia su vida.

El regalo:

Ahora dime, ¿hay alguien de tu familia o tus amigos que necesitan escuchar este cuento?

Tal vez, sea tu mamá, alguno de tus hijos, tu esposo, una amiga… Repito ¿hay alguien que necesita leer  o escuchar este cuento? ¿Te animas a darle este regalo?

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A mí me encantaría leer tu historia, ¡mándamela por favor! Será un placer leerla.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.