¿Tu pareja empatiza contigo?

La empatía no es solo saber lo que el otro siente. Es poder apoyarle en los momentos difíciles y disfrutar de los buenos momentos juntos.

Erika Patricia Otero

Uno de los aspectos claves a la hora de formalizar una relación de pareja es una buena comunicación. Cuando se habla de buena comunicación, las personas creen que se trata de hablar clara y honestamente. En parte es así, pero es mucho más complejo que solo “hablar”. Es saber expresar, interpretar y entender lo que tú y tu pareja sienten e incluso piensan; y eso va más allá de las palabras.

Ahora bien, respecto a la empatía, muchos creen que es “ponerse en el lugar del otro y “sentir cómo siente”. La realidad va más allá: la empatía en la pareja implica intimidad a un grado máximo.

Ser empático con la pareja hace exista una buena conexión emocional, reconocimiento y reciprocidad.

¿Qué implica ser empático con la pareja?

Como decíamos, ser empático implica una “comunicación profunda e intima. Va mucho más allá que ponerse en el lugar del otro. Es saber responder a las necesidades emocionales de la pareja, no solo darse cuenta; es actuar en favor de su sentir.

Tipos de empatía en el matrimonio

Para entender cómo trabaja la empatía en las relaciones de pareja, primero es necesario conocer sus componentes y dinámicas.

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Hay 3 tipos de empatía que se deberían usar en la vida diaria:

Emocional

“Siento lo que sientes”. Dicho de otra manera, es darse cuenta del sufrimiento, alegría de tu pareja. Es ser capaz de “leer” sus preocupaciones; ponerse en su piel y saber qué cosas le lastiman o le alegran.

Cognitiva

“Entiendo por lo que estás pasando”. Es no solo “sentir como el otro”, sino comprender de verdad lo que tu pareja vive.

Compasiva

Sé que sufres, conozco los motivos y deseo ayudarte, quiero que te sientas bien”. Con esto se muestra que hay un deseo real de que la pareja esté bien, feliz, tranquilo y satisfecho.

Abrirse a sentir sin juzgar

Muchas veces un cónyuge es completamente capaz de darse cuenta que su pareja ha tenido un día pésimo. Ve su tristeza y agobio; sin embargo, antes que consolarlo, escucharlo y hacer algo por aligerar la carga, lo que hace es responsabilizarlo por o que siente.

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Un ejemplo para que se entienda mejor. Tuviste un mal día en tu trabajo. Te llamaron la atención por algo que no fue tu responsabilidad. De ahí en adelante las cosas se pusieron más y más difíciles.

Llegas a casa y está tu pareja esperándote para que coman algo rico. Entonces, se da cuenta que tuviste muchos inconvenientes y tu ánimo está por el suelo. Tú esperas un abrazo o un “ven, hablemos”, pero no, en lugar de esto te asalta con reclamos. Te acusa de permitir que abusen de ti por tu bien carácter y no hacerte valer. Esto te pone de peor ánimo y no deseas escuchar más reclamos. Aún así, los reproches siguen hasta que no puedes más y te rompes.

En este caso, uno de los miembros sabe leer tus emociones. Pese a eso, es incapaz de expresar empatía compasiva útil. Debido a esto, no ofrece ningún tipo de apoyo o alivio.

Cae en el juicio fácil: “es que te lo tomas todo a la tremenda; es que todos se aprovechan de ti; es que no sabes imponerte”, etc.

En este caso, tenemos a uno de los miembros de la pareja que aplica la empatía emocional, pero no es capaz de desarrollar una empatía compasiva útil y efectiva que confiera alivio y ayuda a la otra persona.

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Comprender que tu pareja comete errores al igual que tú, también es empatía

En la etapa del enamoramiento es común que se vea al ser amado como alguien infalible. Sin embargo, a medida que se supera esa época, ambos aprenden amarse con sus más y sus menos. Han pasado tiempo juntos y ya conocen sus defectos y debilidades, pero se aceptan y aman.

Eso ocurre en toda pareja que es feliz. Saben creer que el amor implica entender y empatizar con las debilidades del otro.

Cuando ambos comprenden el punto anterior, que su relación va a tener altos y bajos, eso también es empatía. No es que “esperen con ansias el momento de los tropezones”; es que saben que no son perfectos. Este tipo de empatía es muy útil porque cuando se presentan los retos, están listos para hacerles frente.

Estar abierto a las emociones del otro

Aunque hay personas que pueden expresar sus emociones facilmente ante sus parejas, también hay quienes no pueden hacerlo. No es que no quieran hacerlo; es que muchas veces no lo hacen por temor a cómo puedan reaccionar. No es falta de confianza, es evitar a todas luces que la otra persona sufra.

Ahora, en las relaciones donde el vínculo no es fuerte, va a estar latente el factor miedo a ser juzgado. Desde ningún punto de vista ese tipo de relaciones es satisfactoria, auténtica o saludable.

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Cuando en una pareja el vínculo empático es óptimo, no habrá miedo a mostrar cómo se siente. Nada muestra más amor que ser tú mismo sin miedo a compartir tus más profundos sentimientos, pensamientos y emociones.

Para finalizar, debo decir que la empatía es un enlace vital que hace fuertes las relaciones personales.

Aprender a “leer” a la pareja hace que la relación sea más estable, abierta y feliz.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.