Autocuidado: reglas para cuidarte a ti mismo

Cuidarse de uno mismo es signo de salud emocional. El autocuidado es una parte fundamental de la vida ¿Sabés como cuidarte y amarte a ti mismo?

Danitza Covarrubias

El autocuidado es uno de los pocos temas de los que se habla, pero de los fundamentales para la vida. Finalmente, con quien convivirás por el resto de tu vida, eres tú mismo. Es por tanto que tú eres una de las personas fundamentales a quien es conveniente sepas amar y cuidar.

A veces se confunde egoísmo con autocuidado, y eso dificulta que podamos ejercerlo.

Una de las diferencias fundamentales, es que un acto egoísta está movido por la falta de amor propio, por inseguridad, por miedo. Mientras que el autocuidado está movido por el amor, el amor a uno mismo y a los demás. Incluso cuando ponemos límites, es por amor a uno mismo, y por no permitirle al otro que haga algo de lo que se va a arrepentir por ser un trato indigno.

Dicho esto, aquí van algunas ideas de autocuidado:

Dormir las horas necesarias

Se ha visto cómo la falta de descanso repercute en el ser humano. Tanto en su sistema inmunológico, como en el estado emocional, como en sus procesos cognitivos. Puedes tener una rutina antes de dormir y una hora establecida para hacerlo. Esto facilitará que logres conciliar el sueño y que cumplas con las horas necesarias de sueño.

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Por ejemplo, hay quienes meditan antes de dormir. A otras personas les gusta bañarse y ponerse cremas especiales para dormir. Otros toman algún té relajante, o ponen un difusor con aromas, se empijaman y se meten a la cama. Tú, ¿tienes alguno?

Alimentación balanceada

Muchas personas piensan que estar a dieta significa dejar de comer cosas para bajar de peso. En realidad una dieta es la manera en la que nos alimentamos. Cuando tenemos una dieta balanceada, tiene repercusiones en cómo metabolizamos los alimentos, y por supuesto, en cómo nos sentimos, si tenemos energía o agotamiento; incluso, los alimentos repercuten en nuestras emociones.

Puedes ir anotando qué alimentos te hacen sentir pesado, y cuáles ligero y con mayor energía. Crear una dieta que te genere bienestar. Y con esto, no me refiero al placer inmediato de comer una galleta de chocolate, sino a esa sensación corporal de ligereza y energía combinados.

Ejercicio

El cuerpo está hecho para movernos. De hecho, si lo analizamos con calma, la vida es movimiento. Al respirar movemos el pecho, al caminar movemos todo nuestro esqueleto; aún más cuando nos reímos.

Cuando no nos movemos en el día, esto también atrofia nuestro organismo. Hay sustancias que ya no se segregan, que tienen que ver directamente con el placer, como las endorfinas. Por lo tanto, muévete: ríete, baila, camina, juega, y si quieres, además, haz ejercicio.

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Cuidar tu diálogo interno

Nuestros pensamientos son constantes. En ellos vamos nombrando nuestra experiencia. También, interiorizamos la voz de nuestras figuras de cuidado de cuando éramos pequeños. En general, la voz de mamá y papá están en esos pensamientos, en nuestro diálogo interno.

A veces esa voz interna es importante ponerle atención, y comenzar a modificar ciertas líneas. Muchas cosas que interiorizamos eran emociones no resueltas de nuestros padres. A veces interiorizamos también cosas que nos dijeron maestros, o compañeros de la escuela, pero que ya no son útiles ahora. Al contrario, pueden hasta hacernos daño.

Empezar a poner atención en lo que nos decimos y cómo nos tratamos es importante. Encontrar las voces de quienes están ahí, y que tal vez deseamos ya callar en nuestro interior. Aprender a hablarnos en el amor, con paciencia y buscando el aprendizaje. Encontrar frases propias, llenas de auto-cuidado.

Recreación

Encontrar tiempo para recrearnos es fundamental. Hay quienes tienen talentos que nunca pueden desarrollar por estar enfrascados en las necesidades de los demás. Poder dar espacios y tiempos a recrearte en tus gustos, pasatiempos, talentos es importante. Eso te recargará la pila para poder cumplir con los otros aspectos de tu vida. Te dará también una nueva chispa para tus relaciones. Incluso poder compartirles un poco de este aspecto.

Dar lugar a las emociones

Como dije anteriormente, la vida es movimiento, se puede ver también en nuestras emociones. Cómo suben, bajan, se van transformando momento a momento. Poder darles lugar, procesarlas, nombrarlas, escuchar su necesidad es importante. Es parte de tu cuidado.

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Esas sensaciones existen para poder atenderte. Cuando las ignoramos, luego nos enfermamos o explotamos contra los demás sin entender qué sucedió. Puedes darte un espacio para poder detectar qué sientes. Puedes platicarlas, escribirlas, pintarlas, bailarlas… busca tu manera personal de procesarlas.

Cuidar tus relaciones

Tu entorno, tus relaciones, son un reflejo importante de tu trato personal. Aquello que te disgusta de tus relaciones con los demás, es altamente probable en que sea la manera en la que tú te trates. Ellos son tu espejo. Trabajar en tus relaciones es trabajar también en tu relación hacia contigo mismo.

Lo que das a los demás, lo que tomas, lo que permites, tiene que ver con cómo te tratas tú. Qué tanto crees que mereces o no, qué tanto te das o no, qué tantas creencias tienes de ti que escuchas en las palabras de los demás.

Además de esto, sanar tus relaciones y cuidarlas, te mantendrá también en un estado emocional mucho más agradable. Cuidar tu entorno es cuidar de ti, también es un reflejo. Así como tu entorno físico, tus espacios: tu cuarto, tu oficina; al mantener armonía y orden en ello, también se siente hacia adentro, y viceversa.

Tu espiritualidad

Este aspecto, a fin de cuentas, es el hilo del sentido de vida personal. Aquello que trasciende la vida misma y te permite mantenerte en pie. Cuidar este aspecto de tu vida es fundamental.

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Tal vez no tengas claro tu camino, pero poder seguir en búsqueda sin olvidar de este aspecto de tu vida, también aportará a tu vida recursos que sumarán a tu vida cuando menos lo imagines.

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Danitza Covarrubias

Danitza es originaria de Guadalajara, Jalisco, en México. Licenciada en psicología y maestra en desarrollo transgeneracional sistémico, con certificación en psicología positiva, así como estudios en desarrollo humano, transpersonal y relacional. Psicoterapeuta, docente, escritora y madre de 3. Firme creyente que esta profesión es un estilo de vida.