La clave para no dañar a los demás: sé prudente con tus opiniones

Nunca podrás ser completamente feliz si das a las opiniones de los demás más importancia que a las tuyas.

Erika Patricia Otero

Una frase popular reza: “Las opiniones son como las narices: todo el mundo tiene una”; y es muy cierto. Nada de malo hay en decir lo que piensas sobre algo; si te preguntan es porque les interesa lo que tienes por decir. El punto es que es nuestro deber es saber cómo darla pues podemos herir emocionalmente, sin querer, a la persona interesada.

Todos fuimos víctimas alguna vez de una situación similar; una que se da sin atisbo de prudencia y que te hiere profundamente.

Por ejemplo: supón que quieres comprarte un pantalón y vas en compañía de una amiga. Necesitas una opinión sincera para saber cómo te queda la prenda. Sales del vestidor y comienzas a sentirte incómoda bajo su mirada escrutadora. De repente te suelta: “¿No te dije que estás muy delgada?, No sé, con sinceridad pareces un gancho para ropa. No te lo pusiste, te lo colgaste”.

Tu reacción es sorprenderte, y ¿quién no? Sabes que tu amiga es muy directa, pero hasta ella sabe que se pasó de la raya con el comentario. Entras de nuevo al vestidor y te quitas la prenda muy desanimada y sales del almacén fingiendo una sonrisa. Sí, sabes que bajaste de peso porque el semestre fue muy difícil, pero nunca esperaste semejante apreciación.

Todo es motivo para dar una opinión, a veces sin que sea pedida. El problema no es lo que se diga, sino cómo se diga; y es en eso donde las personas fallamos.

Advertisement

Nadie es infalible, a todos nos pasó y pasará. Lo que podemos hacer para evitar dañar a alguien con nuestras opiniones; es pensar antes de hablar. Ahora bien, si lo que deseamos es evitar que nos dañe la opinión de otros, bien podemos tener en cuenta varios puntos:

1 Se sale de nuestra capacidad darle gusto a todos

Al ser todos tan diferentes, es natural que algunos de tus gustos no encajen con los de los demás. No te pareces a nadie, ni siquiera a tu hermano gemelo, si es que tuvieras uno. Eso no tiene por qué ser problema para ti ni para la persona que piensa y siente diferente a ti.

Solo puedes hacer una cosa: pedir respeto y tratar con respeto a los demás. Además, siempre puedes alejarte de las personas que no tienen tacto para decir las cosas, sea quien sea, lo que importa es que no permitas a los demás pasar los límites de convivencia que toda relación debe tener.

2 No puedes controlar lo que los demás piensan de ti

Y es justo por eso que no merece la pena darle importancia a un comentario hecho por alguien que quizás ni te conozca.

3 Lo que se piensa de alguien cambia con el tiempo

Así mismo. Es lo que pasa con los recuerdos, estos cambian con el tiempo y las experiencias de la vida. Así que el que hoy piensa de ti que eres desagradable, mañana puede sentirse atraído por ti.  A ver, que esto no quiere decir que vas a dejarlo entrar o no; eso ya es tu decisión; igual tus opiniones sobre los demás y las cosas también cambian.

Advertisement

4 Tú tienes poder sobre lo que te afecta o no

Esto es muy importante que lo tengas en cuenta. Así como las opiniones de una persona van a dolerte más que las de otras; asimismo puedes controlar lo que permites que te moleste o duela.

Esto se logra solo con un poco de práctica; con el tiempo solo tendrás en cuenta lo que te sirva de las opiniones de los demás porque serás el único beneficiado o perjudicado con lo que hagas con tu vida.

5 Son una pérdida de tiempo

Algunas opiniones no son dadas con buenas intenciones. Como sea, darle importancia, más de lo que merece es una perdida valiosa de atención y de tiempo.

Por si fuera poco, las opiniones negativas pueden desviarte de lo que realmente es importante; tu relación, tu familia, tu empleo e incluso tu salud.

6 Trata de tomar lo bueno, y lo malo deséchalo

Seamos francos, hay buenas opiniones y malas. De ambas elige la que sea una llamada de atención para evolucionar, para mejorarte y que te haga una mejor versión de ti.

Advertisement

Pedir una opinión es buscar aprobación

Todos queremos encajar en un grupo, es natural. Nadie quiere ser el nuevo en ningún lugar o grupo. Es también un hecho que a veces se va a querer la aprobación  de una persona o un grupo. La situación es que no siempre se va a lograr y tendrás que aprender a lidiar con esto.

El punto importante es que mientras tu amor propio sea fuerte y no tambalee a la primera observación negativa, vas a poder mantenerte en pie.

No es para nada benéfico moldear tu manera de ser para agradarle a alguien; para tener su aprobación. Mejor aun, las personas aprecian y valoran más que seas genuino, sin poses ni mascaras; de todas maneras estás pueden caerse y dejarnos en evidencia. Es mejor mostrarte tal y como eres.

Recuerda, las opiniones de los demás están construidas con información a medias de ti. No debes darles más importancia de la que tienen, toma lo bueno y olvida lo negativo. No les des muchas vueltas porque vas a perderte de lo que realmente merece la pena.

Toma un momento para compartir ...

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.