La importancia de darte la prioridad que mereces

La única prueba válida que tienes de una buena autoestima es cuando tú estás de primeras en tu lista de "cosas importantes por amar".

Erika Patricia Otero

Una persona que piensa en sí misma es percibida como egoísta. Es más, parece que la sociedad dicta que todo lo que hagas debe estar destinado para satisfacer las necesidades ajenas.

“El que no vive para servir, no sirve para vivir”, dijo alguna vez Teresa de Calcuta. Con esto en mente, en tú escala de prioridades ¿Dónde quedas tú?

La situación llega a tal punto que incluso nos llegamos a sentir culpables por comenzar a ponernos en primer lugar. Es como si no tuviéramos derecho a dedicarnos tiempo o consentirnos.

Lo interesante de estas acciones es que empezar a ponernos en primer lugar cambia por completo toda nuestra energía. Es mucho lo que ganamos, pues lo que pasa es que encontramos el sentido de nuestra vida.

Al contrario de lo que crees, lo que verdaderamente hace que la vida valga, no es lo que haces por los demás, es lo que haces por ti.

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¿Por qué es importante ponerte en primer lugar?

Para empezar, te das felicidad. La verdad, hallo razón en esto, una persona feliz es capaz de dar a los demás.

No hay manera de ser generosos con los demás cuando no eres capaz de preocuparte por ti mismo. Ser altruista trae una satisfacción increíble; sin embargo, llega un momento donde también debes comenzar a ser amable contigo.

Honestamente, hay ocasiones donde das tanto que los demás comienzan a creer que es tu obligación. También pasa que cuando dejas de hacerlo, te comienzan a ver como alguien egoísta. Pero ¿quién es el egoísta realmente?

Ahora, imagino que debes estar preguntándote cómo o qué debes hacer para ponerte como prioridad. Toma nota.

1 Date tiempo

Tus necesidades deben ser una prioridad para ti.

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Recuerdo un caso de una youtuber mexicana que murió hace un año de cáncer. La mujer, madre de 5, empezó a sentirse mal año y medio antes; sin embargo, jamás fue al médico porque sus hijos eran más importantes.

Una de las cosas que jamás olvidaré que dijo es que “se arrepentía de haber aplazado sus necesidades por las de sus hijos”. Ella fue conciente muy tarde de una realidad que se escapa a muchas mujeres y es que “si tú estás bien, tus hijos van a estar mejor“.

Aprender a ponerse en primer lugar es también amar a quienes están a nuestro lado. Recuerda: “Si estás bien y eres feliz, quienes te rodea también lo estarán”.

2 Reconoce qué aspectos de tu vida te generan estrés

En el día a día siempre hay pequeñas situaciones que generan malestar. Supón que se trate de que llegue la hora del almuerzo y se te haga tarde o que no despiertes temprano para llevar a los niños a la escuela.

Todas esas situaciones, aunque cotidianas, pueden generar mucho malestar. Debes aprender a reconocer qué eventos te generan malestar y empezar a restarles importancia. Pregúntate qué tan importantes son y si merece la pena que te preocupes por ellas.

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3 Abre un espacio para ti cada día

Darse pequeños placeres te hará más feliz. No hablo de comprarse cosas caras, sino de que te des un espacio para dormir la siesta o leer esa revista que te gusta.

Esos pequeños momentos sin interrupciones te llenarán de paz y recargarán de energía.

4 No te sientas culpable

Suele pasar que si te das un pequeño gusto y no haces partícipe a tu familia, te sientes culpable. Solía pasarme que cuando salía y me compraba un helado, me sentía mal porque no estaba mi familia. Poco a poco me hice consiente de que merecía este tipo de detalles; con creces me los había ganado. ¿Por qué no dármelos?

No dudes en darte esos pequeños detalles, de verdad te harán sentir feliz.

5 Recuerda que tienes derecho a cuidar de ti

Como señalé en el primer punto, debes aprender a ponerte en primer lugar. Pensar en ti, en tu salud, en resolver tus dilemas es igual a pensar en quienes amas. Si tú estás bien, los tuyos también lo estarán.

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6 Abraza y acepta todas tus emociones

Tus problemas no van a desaparecer porque los niegues. Reprimir que tienes ira o que sufres, solo va a hacer más profundo tu dolor.

Cuando aceptas que te sientes mal, será más fácil que superes ese malestar y sigas adelante.

7 Acércate a quienes te dan energía

Nada es más gratificante que rodearte de personas que te llenan de energía. Además, las personas que son positivas, incentivan a ser una mejor persona cada día.

8 Aléjate de quienes te roban la paz

Todos sabemos que las personas tóxicas son expertas en dañarte un buen momento.

Así como las personas positivas te recargan, las negativas te roban energía. ¿Para qué estar cerca de alguien que solo te drena la paz y la armonía? Solo distánciate y comienza a se feliz; no es tan complicado como parece.

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9 Aprende a distinguir lo que puedes cambiar de lo que no

Una de las cosas que pasamos por alto es que aceptar lo que no se puede cambiar, trae paz. Cuando se quiere cambiar lo imposible, solo se sufre.

Acepta de ti cada aspecto nuevo que descubras. Trata de hacerte fuerte y controlar lo que te molesta de ti y solo prepárate para vivir feliz.

10 Recuerda: solo puedes controlarte a ti mismo

No pretendas controlar el actuar de otros. Más bien procura controlar lo que está bajo tu poder, que eres tú mismo.

Para lograrlo, vive de manera consiente y sé coherente. Esto te evitará problemas que no necesitas y vivirás en paz.

La mejor prueba de que tu amor propio crece cada día, es cuando empiezas a pensar en ti. Hecho esto, estarás preparado para dar a los demás y finalmente sentirte realizado.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.