Padres y maestros, necesitamos seguir trabajando juntos

Mantener una buena comunicación con los maestros de tu hijo puede ser la clave del éxito académico que necesitas.

Emma E. Sánchez

A estas alturas de la vida, para nadie es un gran descubrimiento el saber que cuando padres y maestros trabajan de la mano, el impacto en los niños es poderoso y rinde grandes frutos.

De igual manera, ya sabemos de sobra que una buena y respetuosa comunicación con el docente es fundamental para encontrar juntos soluciones a problemáticas de cualquier tipo, así como de encontrar o desarrollar formas de apoyo para que nuestro hijo pueda crecer y desarrollarse de la mejor manera posible.

Tenemos un proyecto en común

Esto es simplemente porque como adultos y profesionales estamos comprometidos con el único propósito de logra que el niño, nuestro alumno, tenga la mejor experiencia posible en el logro de sus metas académicas.

Juntos, padres y maestros, pueden complementar observaciones sobre el niño en cuanto a su conducta, reacciones, manías que comienzan a desarrollarse, cambios  repentinos y con esto prevenir desde un fracaso escolar hasta problemas más serios de salud y estabilidad emocional.

Cuando ambas partes se acompañan, se complementan, por ejemplo:

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El maestro está preocupado porque no logra el interés de tu hijo en las matemáticas pero tú le comentas que a tu hijo le encantan los dinosaurios. El maestro podrá diseñar algún proyecto que los incluya para que su aprendizaje de las matemáticas sea más interesante y enganche al niño.

Es un ejemplo simple seguramente, pero créeme que así surgen las grandes soluciones.

Vamos trabajando juntos

Establecer una relación de colaboración entre padres y maestros inicia, como toda buena relación humana, con comunicación honesta y clara. No siempre es fácil, cierto, pero hay que hacerlo.

El lugar, el tiempo y el modo adecuados

Algunos padres cometen el error de esperar a hablar con el profesor hasta la reunión general de padres, hasta que hay problemas o una vez que las calificaciones se publicaron y no son las mejores.

Grave error esperar hasta que algo de esto ocurra. Una vez que el ciclo escolar ha comenzado, pide una cita breve para presentarte con el docente; si ambos padres van, mucho mejor. En este primer acercamiento, hablen de sus expectativas como padres, las dificultades de su hijo, gustos, y sobre todo  de sus necesidades y estrategias que usan con él y que funcionan.

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Cuando tú ya sabes de algún problema de tu hijo o si ya recibe algún tipo de apoyo o terapia, comunícalo al maestro para que esté enterado y les apoye; puede ser inclusive que deba hacer adecuaciones curriculares para tu hijo desde el principio.

Hoy en día, muchos docentes comparten  su número de teléfono a los padres y es muy bueno, pero hay que ser prudentes y no llamar a la primera provocación o en horas inadecuadas o fines de semana.

Procura no abordar al maestro en el estacionamiento o en la calle para preguntar por tu hijo. Siempre has una cita, así el maestro podrá reunir información valiosa y atenderte con calma.

Recuerda: el momento correcto,  el lugar indicado y de la manera correcta. Esto evita muchísimos problemas.

Reuniones posteriores o correos

Normalmente, los maestros ofrecen una reunión general e padre para presentar el plan de trabajo del período; luego, si hay algún problema o preocupación llamará en privado a los padres del alumno en cuestión.

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Si a ti no te llama y tienes inquietudes, pide una cita.

En otros casos, no es tan urgente lo que necesitas saber o compartir, entonces escribir un correo es el mejor camino. El maestro seguramente lo leerá por la tarde, después de su jornada laboral y te dará respuesta tan pronto pueda y estará enterado.

Citas previas a las evaluaciones

Regularmente las escuelas proporcionan a los padres un calendario anual de actividades para que las familias sepan con antelación todo lo que puedan necesitar para organizarse.

Revisa las fechas de evaluación, revisa los trabajos, evidencias o lo que se requerirá y apoya a tu hijo según su edad en el acompañamiento o la supervisión que requiera. Comunícate con el profe vía correo si hay faltantes de información o  dificultades, y si las cosas no mejoran al paso de las semanas, pide una cita con anticipación. Esperar a los exámenes o a sus resultados no siempre es lo mejor.

Necesidad de apoyo extra o derivación a especialistas

En mi experiencia, muchas veces me ha ocurrido que el ciclo escolar inicia muy bien, pero sobre la marcha, docentes y maestros notan algo irregular o anormal en el alumno. Entonces hay que reunirse, valorar la situación, y si tras varias estrategias las cosas no mejoran, ambos deben considerar el pedir apoyo de otros especialistas según el niño lo necesite.

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Las recomendaciones que estos especialistas den deben ser consideradas primeramente por los padres y luego, lo que se deba, compartirlo con los maestros para que apoyen desde el aula, apliquen las estrategias sugeridas o lleven a cabo las observaciones para el especialista y el seguimiento del caso.

Finalizo diciéndote que el maestro juega en tu equipo, es tu compañero y siempre estará del lado del niño, así que él puede ser tus ojos, tu apoyo y fuente de recursos. Los maestros están ávidos de padres que les acompañen, que trabajen con sus hijos pues saben que tú eres vital para tu hijo y esa es la clave para que todos logren las metas.

De corazón, te invito a establecer una buena comunicación con el docente, es por el bien de tu hijo. Y tú, ya lo sabes.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.